El Papa Francisco presidió hoy el rezo del Ángelus
dominical, en la Fiesta de los Fieles Difuntos, y aseguró que “la muerte no es
la última palabra sobre el destino del ser humano”.
“El hombre está destinado a una vida sin límites, que tiene
sus raíces y su realización en Dios”, señaló.
El Santo Padre recordó que “ayer celebramos la solemnidad de
Todos los Santos, y hoy la liturgia nos invita a conmemorar a los fieles
difuntos. Estos dos sucesos están íntimamente relacionados uno con el otro, así
como la alegría y las lágrimas encuentran en Cristo Jesús, una síntesis que es
el fundamento de nuestra fe y nuestra esperanza”.