24/10/13

“Dios no nos salva por decreto, se implica con nosotros para curar nuestras heridas”, dijo el Papa

Contemplación, cercanía, abundancia: son las tres palabras en torno a las cuales el Papa Francisco centró esta mañana su homilía de la Misa celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. El Santo Padre reafirmó que no se puede comprender a Dios sólo con la inteligencia, y subrayó que “el desafío de Dios” es “comprometerse” en nuestras vidas para curar nuestras llagas, precisamente como ha hecho Jesús.
Inspirándose en la Primera Lectura de hoy, que corresponde a un pasaje de la Carta de San Pablo a los Romanos, el Papa explicó que la Iglesia, “cuando quiere decirnos algo” sobre el misterio de Dios, usa sólo una palabra: “maravillosamente”. Porque este misterio, dijo, es “un misterio maravilloso”:
“Contemplar el misterio, esto que Pablo nos dice aquí, sobre nuestra salvación, sobre nuestra redención, sólo se comprende de rodillas, en la contemplación. No sólo con la inteligencia. Cuando la inteligencia quiere explicar un misterio, siempre – ¡siempre! – ¡se vuelve loca! Y así ha sucedido en la historia de la Iglesia. La contemplación: inteligencia, corazón, rodillas, oración… todo junto, entrar en el misterio. Esta es la primera palabra que tal vez nos ayude”.