Coloca a Dios en el centro de tu vida. Piensa un poco las
causas de tu tristeza, tus preocupaciones y fin de tus proyectos. Verás que,
tal vez, no están en el Señor
Acentúa la oración en estos cuarenta días. Hazte una idea
que es un recorrido, durante 40 kilómetros, de la mano de y con Jesús. ¿Tienes
palabras para El? ¡Rézale!
Ten curiosidad, y de la buena, por la Palabra de Dios.
¿Tienes Biblia? ¿Cuánto hace que no lo has abierto como el “gran libro de tu
casa”? ¡Lee, escucha y medita la Palabra de Dios! ¿Qué lugar ocupa en tu
familia la Palabra de Dios?