(ACI/EWTN Noticias).- El sacerdote dominico Jo Soung,
conocido como el P. Domingo y radicado en Corea del Sur, reveló los desafíos de
la pastoral con los refugiados que llegan de Corea del Norte, país donde debido
al estricto control comunista, solo el diez por ciento de la población ha oído
hablar del Evangelio.
Una vez al mes se celebra en Seúl una Misa por la paz y la
reconciliación en Corea. En esta ocasión la Misa por la unión de las dos Coreas
fue celebrada por el Papa. Entre las miles de personas que asistieron se
encontraba un grupo de 30 religiosos y sacerdotes norcoreanos. Pertenecen a las
diócesis de Piongyang, Won-san y Ham-heung aunque llevan desde los años 50
viviendo en Corea del Sur. Eran seminaristas durante la guerra y tuvieron que
escapar de su país para poder seguir adelante con su vocación.