CAMINAR DESDE CRISTO EN LA VIDA CONSAGRADA
1) Caminar desde Cristo: porque es tiempo de ponerse en
camino de remar mar adentro, de asumir con nuevos ímpetus la misión
evangelizadora de avanzar con esperanza de tener el mismo entusiasmo apostólico
de los comienzos, de vivir apasionadamente los proyectos comunitarios y
pastorales, con fidelidad y renovación.
2) Caminar desde Cristo: porque los consagrados y
consagradas están llamados a una constante conversión para dar nuevas fuerzas a
la dimensión profética de su vocación, sabiendo que Cristo Resucitado ha
cumplido su promesa y acompaña sin cesar a su Iglesia y nos da su Espíritu. Las
pruebas y deficiencias invitan a profundizar en la vida consagrada y a madurar
en la fe.