El papa Francisco celebró la misa de este jueves pidiendo
por su predecesor, Benedicto XVI, que hoy cumple 88 años.
En su homilía, el Papa se refirió a la liturgia del día, que
habla de la obediencia. La obediencia - observó el Papa - "a menudo nos
lleva a un camino diverso del que pensábamos”.
Obedecer es "tener el valor de cambiar de rumbo cuando
el Señor nos pide", dijo y añadió que "los que obedecen tiene la vida
eterna", mientras que "quien no obedece tiene la ira de Dios sobre
él."