Francisco en Copacabana:«¿Quieres ser como Pilato, sin la
valentía de ir contracorriente?»
Pasadas 24 horas después de predicar la "revolución de
la fe" en la playa de Copacabana, el Papa Francisco volvió a reunirse allí
con cientos de miles de jóvenes para pedirles ir "contracorriente".
Porque la alternativa, señaló, es la tibieza. De nuevo, fue
cuando se pasó al español, cuando improvisó exhortaciones que ampliaban el
texto oficial de su meditación del Via Crucis. Así, interpeló con pasión a los
jóvenes con una frase que no salía en el discurso oficial: "¿Quieres ser
como Pilato, la sin valentía de ir contracorriente? ¿Eres de los que se lavan
las manos y miran a otro lado?"
Hacer visible lo que otros ocultan
Un leit-motiv del pontificado de Francisco y de este viaje a
Brasil es hacer visible lo que el mundo tiende a ocultar. Por eso ha insistido,
por ejemplo, en el tema del cuidado a los ancianos, cuyo maltrato
-extendidísimo en España, más que el femenino- apenas aparece en el radar
social. El Via Crucis del viernes por la noche en Copacabana buscaba dar esa
visibilidad.
También buscaba "santificar" la playa de
Copacabana, el lugar más corporal, hedonista, vanidoso de Río, que a su vez es
la ciudad más descreída y arreligiosa de Brasil.
Huevos a Santa Clara: dejó de llover
Según Globonews TV, después de tres días de lluvia, el
prefecto de la ciudad, Eduardo Paes, cumplió con una petición del Papa: envió
una cesta de huevos a los pies de Santa Clara, costumbre que también existe en
España para rogar buen tiempo en ocasiones importantes.
Y la santa cumplió: el viernes fue día sin lluvia, e incluso
hubo sol en la playa, y muchos peregrinos y peregrinas, en biquini y bañador,
se mojaron en las aguas del Atlántico.
Pero la noche era ya más fresca, y el ánimo más espiritual.
Los jóvenes cristianos convirtieron la frívola Copacabana en la mismísima Vida
Dolorosa, y cada estación del Via Crucis representaba una etapa del Via Crucis
que hoy recorren los peregrinos cuando van a Jerusalén.