29/7/13

Un premio mayor que la Copa del Mundo

Francisco, el entrenador de los “atletas de Cristo”


Le encanta el fútbol, lo mamó de pequeño. Sabe de fútbol y disfruta comparando la vida del cristiano con la del futbolista que, para llegar al triunfo, tiene que entrenar, y duro. El símil del deporte rey "en Brasil" y en el mundo, le sirvió a Francisco para ilusionar a sus jóvenes y marcarles el camino que les convierta en "atletas de Cristo" y "futboleros de Dios". 
Lo tiene tan claro Francisco que así de directo se lo dijo a sus "Papa-boys": "Jesús nos pide que juguemos en su equipo" y "nos ofrece un premio mejor que la Copa del Mundo". Pero, pide algo a cambio. Nada es gratis. Y lo que Cristo pide a cambio es entrenar en la virtud. Con tres medios: oración, sacramentos y servicio a los demás. 
Haciendo eso, "sudando la camiseta", el joven católico puede llegar a la meta de "ser feliz" y de promover un "mundo más justo". Eso sí, siempre que, además de entrenar, "patee para adelante". Porque el Papa quiere que sus jóvenes no se queden a la zaga de la lucha por un mundo mejor.