Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona: "Las
beatificaciones no van contra nadie"
El próximo domingo, Tarragona se convertirá en el epicentro
del catolicismo con una masiva beatificación de mártires del siglo XX. Un
acontecimiento de fe, al que el arzobispo tarraconense, Jaume Pujol, quiere
desligar de cualquier "connotación política". Porque "las
beatificaciones no van contra nadie", asegura. Denuncia, en cambio, que en
el "siglo XXI siguen las persecuciones religiosas".
¿Todo a punto para el gran acontecimiento de la
beatificación de los mártires?
-Efectivamente. Ha sido un gran esfuerzo para la Conferencia
Episcopal Española y para la Archidiócesis de Tarragona. Había -hay todavía-
muchas cosas que coordinar, pero podemos intuir que ese evento constituirá un
gran bien espiritual para todos.
¿Un acontecimiento histórico para la Iglesia de Tarragona?
-Sin duda alguna. Una beatificación tan numerosa -la mayor
de la historia de la Iglesia- ya es un acontecimiento en sí misma; máxime
cuando hacía siglos que Tarragona no acogía ninguna. Además, es reafirmar la
gran tradición martirial de la Archidiócesis. No olvidemos que Tarragona fue
evangelizada por un mártir (el apóstol Pablo), sus patronos son dos mártires
(santa Tecla y san Magín) y, por añadidura, los protomártires de la península
Ibérica son los santos Fructuoso, obispo, y Augurio y Eulogio, diáconos, como
indican las Actas de su martirio, las más antiguas de la península y uno de los
documentos más venerables de la primitiva Iglesia universal.