21/8/16

Una mano sobre el hombro (valor: solidaridad)

Los hombres siempre necesitamos la ayuda de los demás. Lo más hermoso es que muchas veces hemos encontrado la persona justa en el momento justo para recibir la ayuda justa.

Hay momentos de la vida en los que necesitamos un apoyo. A veces porque fallan las fuerzas físicas, otras porque no se sabe exactamente dónde se encuentra uno, otras porque el suelo está lleno de baches y agujeros y parece que en cualquier momento quien camina terminará por tapar uno de ellos... 

En esos momentos, querríamos tener un bastón o un compañero de camino que fuese para nosotros punto de apoyo, ayuda fiel para el momento de dificultad y de prueba. Y, cuando lo encontramos, damos los pasos que nos llevan a la meta con mayor firmeza, con arrojo, con confianza. Otro nos sostiene. Un abuelo ayuda a caminar al nieto vacilante. Un niño acompaña a un anciano a cruzar la calle. Hay apoyo. Eso basta.