(ACI).- La visita de Stephen Hawking al Vaticano a fines de
noviembre provocó curiosidad, e incluso llevó a algunos a cuestionarse sobre
qué exactamente estaba haciendo el astrofísico y autoproclamado ateo en el
corazón de la Iglesia Católica.
Sin embargo, para el Vaticano la visita no era nada
extraordinario. Hawking es un miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias
–que incluye a 80 de los científicos más brillantes del mundo– y estaba en la
Ciudad del Vaticano para su encuentro anual.