La ocupación profesional tiene una relación directa con la
felicidad cuando nace y se ordena al amor
Por: J. López | Fuente: opusdei.es
El hombre no debe limitarse a hacer cosas, a construir
objetos. El trabajo nace del amor, manifiesta el amor, se ordena al amor [1] .
Al leer estas palabras de san Josemaría, es posible que dentro de nuestras
almas surjan algunas preguntas que den paso a un diálogo sincero con Dios:
¿para qué trabajo?, ¿cómo es mi trabajo?, ¿qué pretendo o qué busco con mi
labor profesional? Es la hora de recordar que el fin de nuestra vida no es
hacer cosas sino amar a Dios. La santidad no consiste en hacer cosas cada día
más difíciles, sino en hacerlas cada día con más amor [2] .