En la vida cotidiana, muchas veces solemos usar la palabra
“fiesta” o “festividad” para referirnos a los diferentes tipos de
conmemoraciones religiosas. Sin embargo, en un sentido litúrgico, cada
celebración tiene su nombre específico en función de su jerarquía, y hablamos
así, de menor a mayor importancia, de memoria libre, memoria, fiesta y
solemnidad. Las solemnidades son las celebraciones más importantes del
calendario litúrgico y están reservadas a la Santísima Trinidad, al Señor, a la
Virgen y a algunos santos. Una de las particularidades de esta celebración es
que, por su dignidad, incluye todos los elementos que se emplean los domingos.