(ZENIT 10 noviembre 2019).- A las 12 de este 32 domingo del
Tiempo Ordinario, el Santo Padre ha rezado el Ángelus desde la ventana del
Palacio Apostólico, ante los peregrinos y fieles reunidos en la Plaza de San
Pedro.
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
La página del Evangelio de hoy (cf. Lc 20,27-38) nos ofrece
una enseñanza maravillosa de Jesús sobre la resurrección de los muertos. Jesús
es cuestionado por algunos saduceos, que no creían en la resurrección y por lo
tanto lo provocan con una pregunta insidiosa. Se refiere a un caso paradójico,
basado en la ley de Moisés: de quién será esposa, en la resurrección, una mujer
que tuvo siete maridos sucesivos, todos hermanos entre sí, que murieron uno
tras otro?. Jesús no cae en la trampa y responde que los que han resucitado en
el más allá “no toman ni mujer ni marido, porque de hecho, no pueden morir
más…” porque son iguales a los ángeles y, porque son hijos de la resurrección,
son hijos de Dios” (v.35-36). Así responde Jesús.