(ZENIT – 24 nov. 2019).- “Nuestra respuesta a la amenaza de
las armas nucleares debe ser colectiva y concertada, basada en la construcción
ardua pero constante de una confianza mutua que rompa la dinámica de
desconfianza actualmente prevaleciente”, ha reiterado el Papa Francisco desde
Nagasaki, frente al lugar donde cayó la bomba atómica en 1945, que mató a
40.000 personas.
En medio de una intensa lluvia, el Papa Francisco ha llegado
este segundo día en Japón, domingo, 24 de noviembre de 2019, a Nagasaki,
“testigo de las catastróficas consecuencias humanitarias y ambientales de un
ataque nuclear”, según ha descrito el Santo Padre.