Por Almudena Martínez-Bordiú.-El Papa Francisco reflexionó en la Audiencia General sobre los dones que el Espíritu Santo concede a los cónyuges que lo invocan, haciendo de su unión un matrimonio “construido sobre roca”.
Ante los fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Santo Padre hizo referencia a la doctrina de San Agustín, quien partió de la revelación de que “Dios es amor” y enseñó cómo el Espíritu Santo “ilumina especialmente el sacramento del matrimonio”.