Ya
sólo representan el 2%, cuando hace medio siglo eran el 10%
Francisco empieza este sábado su viaje a Tierra Santa aterrizando en
Ammán, la capital de Jordania, un prólogo suave antes de meterse mañana en el
avispero de Palestina e Israel.
Esta escala tiene más importancia de la que parece, pues Jordania se
presenta como un interlocutor amable del mundo islámico, y el reino hachemita
está muy interesado en explotar ese papel, como mediador de paz en zona.
Jordania se ha salvado de las convulsiones de la 'primavera árabe' y la
comunidad cristiana, unas 200.000 personas, católicos y ortodoxos a partes
iguales, se mantiene estable.