Una mamá primorosa que tiene en el corazón el bien de los
propios hijos, capaz de dar la vida por ellos, es la Iglesia, el Papa en la
catequesis
Con el pedido de que los fieles invoquen la intercesión de
María, para “aprender de ella esa ternura que nos permite ser testigos de la
maternidad de la Iglesia” el Obispo de Roma concluyó su catequesis en la que
afirmó que “Nadie se hace cristiano a sí mismo: nacemos y crecemos en la fe
dentro del pueblo de Dios. Por eso decimos que la Iglesia es Madre, porque nos
da vida en Cristo y nos hace vivir junto a otros hermanos en la comunión del
Espíritu Santo”.
Francisco se refirió a la Iglesia tomando la imagen de
María: “El nacimiento de Jesús en el seno de María como primogénito de muchos
hermanos es como el preludio de la vida nueva que reciben los cristianos en el
bautismo. La Iglesia también es madre porque nos cuida como hijos y nos indica
el camino de la salvación. Nos alimenta y nos sostiene con los sacramentos; nos
ilumina con la luz del Evangelio, orientándonos al bien y animándonos en los
momentos de oscuridad y nos defiende de las asechanzas del maligno,
exhortándonos a la vigilancia para no sucumbir a sus seducciones”.