Existen interrogantes que únicamente encuentran respuesta en
un contacto personal con Cristo.
P. Antonio Rivero LC | Fuente: Catholic.net
Te amo, Señor, por tu Eucaristía,
por el gran don de Ti mismo.
Cuando no tenías nada más que ofrecer
nos dejaste tu cuerpo para amarnos hasta el fin,con una prueba de amor abrumadora,que hace temblar nuestro corazónde amor, de gratitud y de respeto..
Llevamos veinte siglos de cristianismo, por todas lasás latitudes, celebrando lo que Jesús encomendó a sus apóstoles en la noche de la
Cena: “Haced esto en conmemoración mía”.