14/11/13

Audiencia general: "La Confesión es como un segundo Bautismo que nos perdona todo y nos ilumina para ir adelante con la luz del Señor"

¿Quién de ustedes recuerda la fecha de su bautismo?, preguntó Papa Francisco en italiano a los miles de peregrinos reunidos en Plaza de San Pedro y fuera de ella, en la catequesis del miércoles 13 de noviembre, que el Obispo de Roma dedicó a la afirmación de la profesión de fe católica: “Creo en un solo bautismo para el perdón de los pecados”.
El Papa explicó que la misión de la Iglesia es evangelizar y perdonar los pecados a través del sacramento bautismal que se renueva en el sacramento de la penitencia. Y dio como tarea: “Cuando volvamos a casa preguntemos qué día fui bautizado. Es el segundo cumpleaños, el día del nacimiento a la Iglesia”.El Bautismo es la carta de identidad del cristiano, su acta de nacimiento a la Iglesia y está ligado al perdón de los pecados –expresó el Vicario de Cristo-. El sacramento de la penitencia o confesión, de hecho, es como un segundo bautismo que consolida y renueva el primero. El día de nuestro bautismo es el punto de partida de un camino bellísimo, un camino hacia Dios, un camino de conversión que dura toda la vida y que está continuamente sostenido por el sacramento de la penitencia. Cuando vamos a confesarnos de nuestras debilidades y pecados, vamos a pedir el perdón de Jesús, pero vamos también a renovar el bautismo con este perdón y esto el bello, porque en cada confesión festejamos el día del bautismo. Por esto la confesión no es una sala de tortura sino una fiesta, para tener limpia la vestidura blanca de nuestra dignidad cristiana.
El bautismo es una verdadera inmersión en la muerte de Cristo, de la cuál se resurge con él como creaturas nuevas –explicó el Sucesor de Pedro-. Lavado de regeneración y de iluminación. Colmados de la gracia de Cristo, la luz de Cristo conjura desde adentro las tinieblas del pecado y el bautizado se convierte en luz para los hermanos que están en tinieblas y preguntó: ¿Te sientes fuerte o estas caído? El bautismo da fuerza. ¿Te sientes iluminado con la luz que viene de Cristo o eres un hombre o mujer oscura, oscuro? El regalo es convertirse en luz para todos.Se trata de una intervención potente de la misericordia de Dios en nuestra vida para salvarnos, que no nos quita la debilidad humana. Todos somos débiles, todos somos pecadores. Y no nos quita la responsabilidad de pedir perdón cada vez que nos equivocamos y esto es lindo –dijo Papa Francisco en italiano-. No me puedo bautizar dos, tres, cuatro veces, pero sí puedo ir a la confesión. Y cuando me confieso renuevo la gracia del bautismo. Es como si hiciera un segundo bautismo. El Señor es tan bueno, jamás se cansa de perdonar. Me perdona.