Hechos de los Apóstoles 2, 1-11: “Todos quedaron llenos del
Espíritu Santo y empezaron a hablar”
Salmo 103: “Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra.
Aleluya”
I Corintios 12, 3-7. 12-13: “Hemos sido bautizados en un
mismo Espíritu para formar un solo cuerpo”
San Juan 20, 19-23: “Como el Padre me ha enviado, así los
envío Yo: Reciban el Espíritu Santo”
El hermano marista que desde siempre se ha dedicado a la
educación de jóvenes, se queja ahora del poco espíritu, del poco entusiasmo que
ellos manifiestan: “Parecerían muñecos de trapo que van a donde los mueven,
piensan como les indican, actúan conforme a moldes importados. Y lo más triste
es que sienten que así son libres. Han perdido el espíritu”, afirma con preocupación.
El Papa Francisco siempre ha hecho alusión a esta falta grave de entusiasmo.