Homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta
Dejarse interpelar por el Espíritu Santo, aprender a
escucharlo antes de tomar las decisiones, contrariamente la fe se vuelve
ideológica.
Dejarse interpelar por el Espíritu Santo, aprender a
escucharlo antes de tomar las decisiones, contrariamente la fe se vuelve
ideológica.
El Papa Francisco lo explicó este lunes, en la homilía de su
misa cotidiana en la Casa Santa Marta, anticipando la festividad del próximo
domingo de Pentecostés, y precisando que es el Espíritu Santo quien mueve el
corazón y suscita emociones.
Partiendo de la Primera lectura del día, que narra como la
comunidad de Éfeso había recibido la Fe pero no sabía que existiera el Espíritu
Santo, “no conocía este don del Padre”, y cuando Pablo le impuso las manos bajó
sobre ellos el Espíritu Santo e iniciaron a hablar idiomas.