¿Cómo salir a flote en medio de esta tormenta que nos aflige?,
Nada te turbe, nada te espante; todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza; quien a Dios tiene nada le falta.
Aunque no alcanzamos a comprender todas las cosas, y nuestro corazón se llena de dolor, dejamos que su infinita Providencia y Misericordia nos guíen.
Es sensato agradecer el bien de las personas que nos han
acompañado en la vida y que nos han llevado a Dios. San Pablo, en un momento de
inspiración, aconsejó a los Corintios: