“Uno solo es mi deseo: que sean felices en el tiempo y en la
eternidad”, dejó escrito a sus jóvenes el gran San Juan Bosco, fundador de la
Familia Salesiana y declarado “padre y maestro de la juventud” por San Juan
Pablo II.
Don Bosco nació un 16 de agosto de 1815 en I Becchi,
Castelnuovo D’ Asti (Italia). A sus dos años murió su padre y su mamá, la
“Sierva de Dios” Margarita Occhiena, siendo analfabeta y pobre, se encargó de
sacar adelante a sus hijos.