Fijémonos metas, organicemos nuestro tiempo, cumplamos
nuestros compromisos.
Catholic.net.-Estamos imbuidos en un mundo de contradicciones, por un
lado, todo parece haberse detenido desde que comenzó la pandemia en nuestro
país. Muchas situaciones han cambiado desde entonces, como la prisa que
teníamos por llegar a todos lados. Ahora, con la restricción que tenemos para
salir debido a la posibilidad de contagio, hemos tenido que prescindir de
actividades usuales y cotidianas como ir a trabajar o a estudiar. Nos hemos
visto obligados a bajar el ritmo de vida y mantenernos en resguardo en nuestra
casa, concretando nuestras salidas para actividades indispensables como comprar
comida, y, en algunos casos acudir a trabajar.